domingo, 9 de enero de 2011


Nueve títulos mundiales y dos Records Guinness, uno por más participación en un mundial y otro por la más alta calificación en un campeonato, hacen que la trayectoria deportiva de Orlando Duque sea envidiable para cualquier deportista.


Casado desde hace once años y residente en Hawai, este caleño de 35 años, de 1,70 de estatura, se ha convertido, gracias a su dedicación y esfuerzo, en el mejor clavadista del mundo y en uno de los deportistas de mayor proyección internacional de Colombia.


Su magia en los clavados no sólo impresiona a los jueces, sino también a propios y extraños en los más impactantes escenarios naturales del mundo.

¿Cómo inició usted y cómo fueron sus primeras clavadas?
Yo inicié haciendo clavados en Cali cuando tenía 10 años. Empecé con la selección Valle y después competí con la selección Colombia. Por más de 10  años competí a nivel de Sudamérica, Centroamérica y Juegos del Pacífico. Después de eso me retiré. Posteriormente me fui a vivir a Europa a trabajar en un espectáculo haciendo clavados en un parque de atracciones, fue así como en 1999 me invitaron al primer Campeonato Mundial Red Bull. En esa ocasión ocupé el segundo lugar. Posteriormente me dediqué de lleno a los clavados de altura, que es lo que he estado haciendo en los últimos 11 años.


¿Creyó que este deporte le daría tantos títulos?
Cuando uno empieza a entrenar, la idea de uno siempre es ganar. Ganar el siguiente campeonato, el siguiente título. Sin embargo, nunca pensé que llegaría al punto donde estoy hoy, principalmente porque en Colombia no había mucho apoyo cuando yo inicié. Sin embargo, he ganado varios campeonatos mundiales y logrado varios títulos, pero eso es fruto del esfuerzo y la dedicación que le pongo a cada cosa que hago. 


¿Es esa la clave para llegar al éxito?
Sí. El deporte es algo que toma su tiempo. Es necesaria la preparación física y mental sobre todo en un deporte como el clavadismo donde uno tiene que estar bien preparado para evitar lesiones. Esto no es algo que uno dedica dos años y ya se obtienen resultados.


¿Cuál es la altura máxima desde donde ha saltado?
34 metros. Sin embargo, esta marca está muy lejos de los de 53.9 de los que saltó el suizo Oliver Favre.


¿Se atrevería a romper ese récord?
Hoy no. Para hacer eso tendría que prepararme muy bien. Además, en este momento estoy enfocado a otro tipo de objetivos. Ahora estoy entrenándome para clavados en donde tengo que entrar fuerte, liviano y muy veloz. Hacer un clavado de más de 50 metros, implica un entrenamiento diferente al que yo hago en este momento.  


¿Cuántas veces a la semana entrena?
De 5 a 6 días de la semana. Todo depende de la carga de trabajo que tenga. Sin embargo, mi preparación cambia de semana a semana. Tengo un programa de entrenamiento que lo alista para mí un equipo de preparadores físicos, sicólogos y fisioterapeutas en un centro de entrenamiento en Austria.


¿Qué diferencia puede haber entre hacer un clavado en un escenario natural y uno artificial?
La diferencia es bastante. En un escenario artificial las condiciones como la altura y la profundidad son mucho más seguras, porque se pueden acondicionar, mientras que en un escenario natural uno se tiene que adaptar a las condiciones de cada lugar, teniendo en cuenta que en esto influyen elementos como la temperatura y el viento. Sin embargo, esto es lo que hace más interesante porque cada clavado se hace en escenarios diferentes.


¿Eso influyó para que se alejara de los clavados en piscina?
Sí. En ese tipo de escenarios se salta siempre de la misma altura y el entorno siempre es el mismo, en cambio lo que hago hoy en día es mucho más divertido porque cambio de escenario todo el tiempo. Cada vez que voy a un sitio, las condiciones y hasta la gente es diferente.


Diferencias con el clavadismo olímpico
La diferencia principal es, obviamente, la altura. En clavados olímpicos se puede saltar de máximo diez metros, mientras que nosotros saltamos de un promedio de 30. Además, yo diría que el riesgo es otra de las diferencias radicales. El impacto con el agua para nosotros es mucho más fuerte y peligroso. Nosotros caemos de pie, ellos caen de cabeza.


¿Cuál es la situación del clavadismo en Colombia?
Ha progresado bastante. Hoy en día tenemos muy buenos clavadistas con muy buenos resultados. Hay mucho más apoyo por parte de las ligas, por parte de la federación y por parte de la empresa privada. Esto sin lugar a dudas hace que los deportistas se motiven a trabajar fuerte y por eso hemos logrado muy buenos resultados con Juan Guillermo Urán, tenemos deportistas con muy buena participación en Olímpicos y en Panamericanos.


¿Cuál es el principal riesgo de practicar este deporte?
La entrada al agua es la parte más riesgosa y para eso se debe tener cuidado de que no se pierda orientación en el aire. Si uno pierde la orientación cae mal al agua y vienen las lesiones. Además, existen otros riesgos como por ejemplo que uno se estrelle con una roca. Pero pues todo también depende del plan de seguridad del que disponga el lugar donde se va a realizar el clavado.


¿Ha tenido algún accidente?
En el 2002 me partí el coxis. Estaba compitiendo en Hawai y caí sentado lo que me ocasionó dislocación del mismo. También he tenido entradas malas al agua que me han producido lesiones en las rodillas, en las costillas y los tobillos. Pero por eso mismo hay que prepararse muy bien, incluso para aguantar el dolor, pero eso se justifica por el placer de hacer lo que a uno le gusta.


¿Cuál es su próximo desafío?
Mi principal meta es ganar la Serie Mundial en el 2011. En el 2010 quedé de segundo. Este año, si se da todo de acuerdo al plan, voy a estar en la pelea para el título. La temporada empieza a final de febrero en México y va hasta mitad de septiembre. Para eso necesito mantener el nivel y para ello, estar libre de lesiones es fundamental.
Aquí en Colombia voy a estar saltando en el festival de verano en Puerto Gaitán en un par de semanas, entonces vamos a empezar el año saltando aquí en Colombia.


¿Por qué escogió Hawai para vivir?
Porque mi esposa es hawaiana (risas). Sin embargo, yo vivo más fuera de Hawai de lo que vivo en mi casa. Viajo 6, 7 meses al año. De todas maneras, me gusta Hawai  porque es un sitio donde yo puedo estar tranquilo, lejos de todo y puedo dedicarme a mi entrenamiento.


¿Cuál es el temor que más lo acosa?
Perder ubicación en el aire y estrellarme contra el agua.


¿Y en la vida?
En la vida le tengo respeto a muchas cosas pero no miedo. Uno de esos respetos es a la oscuridad.


¿Qué no haría por nada del mundo?
Cosas malas, todo lo que es bueno me interesa.


¿Qué se siente cuando se salta al vacío?
Una vez se está en el aire es bastante emocionante. Es difícil de explicar porque es muy difícil de comparar con otras cosas. Yo he hecho muchas cosas en la vida pero nada se compara con los clavados. Es muy corto el tiempo en el aire pero es muy emocionante.


¿Queda tiempo para pensar en algo?
Sí, antes de saltar uno piensa sólo en el clavado porque tiene que estar muy concentrado para que salga perfecto. Pero hay algo curioso, dependiendo de la altura, el salto puede durar de 2 a 3 segundos, pero en la mente se siente como si fuera muchísimo más tiempo. Uno alcanza a procesar mucha información en ese momento.


¿Qué significa para usted el peligro?
El peligro en mi vida me ayuda a enfocarme. Yo uso las situaciones de riesgo para tratar de enfocarme en lo que estoy tratando de lograr de una manera positiva. Ejemplo, yo entiendo el peligro de lo que es una mala caída, por eso yo trato de enfocarme mejor para seguir los pasos que tengo que seguir y así evitar accidentes.


¿Le teme a la muerte?
No. Le tengo más miedo a vivir sin haber logrado lo que me propuse en la vida. Para mí es más valioso vivir haciendo lo que me gusta en vez de vivir pensando de qué me voy a morir. Todos nos vamos a morir de algo.


¿Con cuántas mujeres se ha ido en picada?
(Risas) y eso qué es. No sé de qué estamos hablando.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

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