Por: Geovany Quintero Gómez
Mayerly Paz Barona
Angie Vargas Naranjo


“¡Quiérete! Lucha contra la anorexia y la bulimia!” es el nombre de uno de los muchos grupos en Facebook que tratan de alertar a las mujeres y los hombres sobre los peligros de sufrir alguno de estos trastornos alimenticios. Paradójicamente, en la red, existen también otros sitios que los defienden y para pasar desapercibidos, utilizan los nombres de “Ana” y “Mía”, lo que ha llevado a las autoridades a cerrar una gran cantidad de éstos.

Pero el problema de estas dos enfermedades no se limita sólo a la red. Diariamente, en el mundo miles de personas se exponen al padecimiento de estas modernas patologías (hace 25 años no existían) que han sabido aprovecharse de las tendencias sociales en donde la delgadez se ha convertido en la tarjeta de presentación de todos aquellos hombres y mujeres que desean triunfar social y profesionalmente. "Estas enfermedades se dan por la presión social ya que los mensajes que hacen referencia a la imagen corporal, están presentes en todas partes y en ellos se transmite la idea de que estar delgado es el medio para obtener reconocimiento y aceptación social", afirma el Doctor Luis Alberto Blanquicet Herrera, del Policlínico de Olaya, quien agrega que hasta los mismos médicos pueden inducir, en muchos casos, a la anorexia ya que ellos recomiendan el consumo de alimentos no grasosos y bajos en calorías para mantenerse delgado, lo que hace difícil también la detención de casos de anorexia y bulimia.

Los trastornos alimenticios
Según Luz Estella Rody, nutricionista de la Universidad Nacional, los trastornos alimenticios, son patologías somáticas y mentales que se caracterizan por comportamientos extremos de apetito o rechazo de la comida, con el fin de controlar el peso corporal, lo que induce a un deterioro del funcionamiento físico y síquico del sujeto.

Según la especialista, la anorexia es un trastorno mental donde hay una pérdida del apetito que puede ser fisiológica. Hay diferentes tipos de anorexia, pero la nerviosa es voluntaria y se da en paciente jóvenes, que con aras de conservar un buen cuerpo, tratan de cuidarse de algunas comidas que pueden engordarlas y eso con el tiempo puede llevar a un problema de índole sicológico porque ellas se provocan esa falta de apetito y cuando comen se provocan el vomito para que ese alimento no las engorde. Eso puede conllevar a problemas emocionales e incluso a la pérdida de peso exagerado que puede ser grave, pues conduce a un adelgazamiento extremo debido a una dieta exagerada y a un exceso de ejercicio. Esta enfermedad, se presenta habitualmente en adolescentes, en especial en las mujeres.
La bulimia, se caracteriza por episodios repetidos de ingesta excesiva seguidos de provocación del vómito a través del uso de laxantes y de dietas exageradas y/o abuso. En general, esto es hecho secretamente y puede continuar por años sin que ninguno se dé cuenta. El objetivo de este comportamiento, es el de neutralizar las efectos de haber ingerido gran cantidad de alimentos. Es una manera de aliviar el sentido de culpa provocado por la ingesta y de minimizar el aumento de peso.
La situación en Colombia
En Colombia, no existen estudios epidemiológicos que den cuenta de la prevalencia y la incidencia de casos de bulimia y anorexia. Sin embargo, se han podido apreciar casos en colegios de estrato 5 y 6 en la ciudad de Bogotá, como lo reporta la Revista Semana en el artículo "Obsesiones que matan", en éste señala Nora Elena Bartolini, psiquiatra especializada en el tratamiento de trastornos alimenticios que: "La patología está floreciendo, hasta ahora hemos analizado unas 500 bachilleres y hemos descubierto casos de colegios en donde hay hasta 6 alumnas con anorexia y bulimia avanzada”.

Un tema de salud pública
De acuerdo a los estudios realizados y al aumento no determinado de esta patología, este problema se ha convertido en un tema de salud pública, y por consiguiente, se debería optar por la inclusión en el Plan Obligatorio de Salud, ya que en la actualidad el POS no cubre tratamientos y medicamentos para dicha enfermedad. “Lo máximo que se puede cubrir dentro del sistema de salud es un trastorno agudo con la hospitalización y el tratamiento sicológico que no supera las cuatro secciones” afirma Jenny Andrea Giraldo, sicóloga de Salud Total EPS.
Los programas que las EPS ofrecen actualmente, se basan en la resolución 0412 del 2.000 que establece cuáles son los programas de promoción y prevención que estos organismos pueden atender y la anorexia y la bulimia no están incluidos en él. “Existen programas de detención y prevención temprana de alteraciones alimenticias que una vez detectadas por el médico son direccionados a una red privada y no al POS porque en este momento no está contemplado”, afirma Sandra Fernández, coordinadora de los Programas de Prevención y Promoción de Coomeva, y agrega que “el médico está un poco limitado para tratar a este tipo de pacientes, pues es muy relativo poder detectar pacientes con esta patología, ya que no existe políticas establecidas que puedan ayudar a determinar pacientes con anorexia o bulimia”.
Actualmente los costos de los tratamientos son supremamente altos, ya que una simple consulta con un especialista puede costar más de ciento cincuenta mil y un día de hospitalización supera el millón de pesos, debido a la complejidad del tratamiento. Lo anterior se convierte en una dificultad para los pacientes de los estratos bajos por la falta de recursos pues estas enfermedades no están catalogadas por el Sistema Nacional de Salud y los tratamientos deben ser hechos por particulares, donde según la doctora Ruby del Carmen Cascavita, directora del CAD Psicoterapéutico y Reeducativo San Rafael, ubicado en Chía, un mes de tratamiento puede costar hasta tres millones de pesos.. A esto se suma que el personal médico en los hospitales del país no se encuentra capacitado ni tienen la infraestructura para ofrecer atención especializada a este tipo de pacientes.

Nuevo Plan Obligatorio de Salud
Según María Helena Salazar, sicóloga y jefe regional de la Prevención y Promoción de la Anorexia y la Bulimia de Coomeva EPS, la mayor parte de las EPS, consideran inconveniente que la anorexia y la bulimia sean incluidas como patologías dentro del POS, ya que estas son entidades privadas que administran recursos del Estado y el tratamiento incrementaría sus gastos e inversión.
Sin embargo, la Comisión de Regulación en Salud CRES aprobó el Acuerdo 03 de 2009, por el cual aclara y actualiza los planes Obligatorios de los regímenes contributivo y subsidiado de salud y que entrará en vigencia el 1 de enero de 2010, donde se incluye el concepto de sicoterapia individual por sicología y por siquiatría y de intervención en familia que no están incluido en el actual POS. Sin embargo, según Diana Polo, Trabajadora Social del Centro Policlínico del Olaya, de todas maneras van a haber barreras de peso porque no se tienen los suficientes recursos a nivel del país. Los recursos de siquiatras y sicólogos van ser insuficientes para atender lo que el nuevo POS pretende atender. Es probable que exista la norma pero no existe quien la haga cumplir.
Como se puede apreciar, el problema no es tan superficial como muchos lo consideran. Además de la actualización del POS, deberían existir tratamientos integrales (medico, siquiátrico, sicólogo y nutricional) que incluya un tratamiento familiar que permita a los pacientes de todos los estratos acceder a curas completas y no a simples paliativos que lo que hacen es agravar la enfermedad y no resuelven el problema de fondo. No permitir que la enfermedad aumente es un deber que los ciudadanos debemos hacer valer y una obligación del Estado que lo debe hacer a través de políticas eficientes en materia de salud.