viernes, 24 de abril de 2009
Geovany Quintero Gómez
Trabajo III semestre




Soy partidario que la vida humana es sagrada y por lo tanto nosotros no podemos disponer de ella como si se tratarse de un objeto que podemos manipular así como así.

El aborto es un asesinato que asume una particular gravedad porqué en él se niega el derecho a la vida a un ser que ha sido engendrado, pero que no ha nacido y que es el más inocente de todos, que no puede considerarse un agresor, y mucho menos un usurpador del cuerpo de la madre como lo pretenden los pro-abortistas, quienes sobreponen los derechos de ésta sobre los del feto, como si el feto viviente ya concebido fuera algo infeccioso. Son dos vidas que merecen igual respeto y es con soluciones de vida para ambos que hay que darles la mano.

Pero no es un delito sólo porque pone fin a la vida de un ser humano indefenso, sino por la gran cantidad de madres que mueren a causa de las prácticas hechas en condiciones de higiene pésimas poniendo en riesgo la salud de las que lo practica. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, en sólo América Latina se practican anualmente 3,700.000 abortos inseguros. El número de mujeres que mueren a causa del aborto anualmente es 68.000, lo que equivale al 13% de la mortalidad materna y según el mismo organismo, en América Latina, el aborto inseguro es responsable del 17 % de las muertes maternas.


A lo anterior muchos pro-abortistas responderán que es precisamente por ser una práctica clandestina que conviene legalizarlo, pero también son prácticas de este tipo como los atracos, la violación de niños y hasta los asesinatos y ¿Será que para acabar con estos delitos hay que quitarles la categorías de tales, mediante su legalización? Además cabe señalar que la despenalización del aborto no reduce la mortalidad materna, por ejemplo en Rusia donde las leyes en ese aspecto son muy tolerantes, la tasa es seis veces superior al promedio.

El aborto es un asesinato que es equiparable al homicidio de cualquier persona ya que desde el momento de la concepción el feto debe considerarse y tratarse como tal. Aún en los casos más extremos el aborto es inadmisible, porque hasta en el caso de violación es injusto condenar a muerte a un niño que no ha nacido porque sería condenarlo por el hecho que cometió su padre.

En el caso de malformaciones genéticas en el feto también debe dársele el mismo calificativo (asesinato) porque la ciencia ha demostrado que se puede diagnosticar y prever algunas intervenciones terapéuticas médicas o quirúrgicas con el objeto de mejorar las condiciones de vida del feto. Aun en el caso que la ciencia no pudiese hacer nada en el anterior sentido, tampoco se justificaría porque entonces tendríamos que terminar justificando el asesinato de ancianos porque o de personas económicamente activas.

Para finalizar, hablar de la sacralidad de la vida no es simplemente una cuestión de moralismo religioso, como muchos pretenden hacer creer, sino una opción de amor por el género humano en la que se defiende, quizás, nuestro principal derecho tal como lo refleja la Constitución Política de Colombia en su articulo 11, al afirmar que el derecho a la vida es inviolable. Por lo tanto el aborto no es justificable bajo ninguna circunstancia pues sobre el impera el derecho a nacer.

2 comentarios:

Ctv dijo...

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Enrique Palacios dijo...

Brujería, parapsicologia, entre otros... me quitan pacientes Grr jaja

Éxitos Geovany