lunes, 27 de diciembre de 2010
Para algunos es un alucinógeno, para otros una planta medicinal que sirve para purificar el cuerpo y el alma. Lo único cierto es que las prácticas y ceremonias donde se reparte el yagé son cada vez más frecuentes en Bogotá y en general en toda  Colombia.
Maestros espirituales, taitas, chamanes y curanderos, tienen en su menú esta particular preparación proveniente de una planta descubierta por la sabiduría indígena en las selvas de Brasil, Colombia, Perú, Ecuador y Venezuela.